jueves, 7 de octubre de 2010

Central Maqueo: La amenaza al territorio williche del Pikun Willi Mapu


Desde el ingreso de la empresa Trayenko (filial de la multinacional noruega SN Power) al territorio huilliche de la cuenca del lago Maihue, los espacios y vida comunitaria de los lof mapuche williche que allí habitan, se han visto fuertemente amenazados, por la intervención que representa la posible instalación de la central hidroelectrica maqueo en la zona cordillerana del lago Maihue.

Se suma a ello, graves casos de malas prácticas y de ingresos ilegales permanentes a tierras indígenas por parte de la empresa, las que han sido denunciadas por miembros de las comunidades de Rupumeika y Hueinahue. Estas malas prácticas vulneran tanto derechos individuales como colectivos de las comunidades mapuche williche; produciendo una profunda división interna, descontento y rechazo a la instalación del proyecto hidroeléctrico.


Por José Luis Vargas, 07 de octubre de 2010

El 02 de julio del año pasado la comunidad de Hueinahue denunció ingreso ilegal por parte de trabajadores de la empresa Trayenko en tierras comunitarias. Dirigentes se dicha comunidad percataron la presencia de ingenieros, que haciéndose pasar por funcionarios del Ministerio de Obras Públicas cuando eran interrogados por vecinos del sector llegaron hasta la zona de “Los Baños”; sitio utilizado por las comunidades del lago Maihue, para sanación y realización de ceremonias.

José González, dirigente de Hueinahue, cuenta que al momento de encontrarse con las personas, éstas realizaban estudios y mediciones, por lo que se les pidió hacer abandono del terreno, a lo que ellos respondieron “que esas tierras eran fiscales y que estaban en el predio de una propietaria que vive en el sector que Trayenko tiene arrendado. Pero en realidad estaban interviniendo en terrenos de nuestra comunidad” relata.

A mediados de julio, Juana Marta Jaramillo, presidenta de Hueinahue, denunció un nuevo ingreso no autorizado, provocando destrucción de árboles y suelo, producidos por funcionarios de vialidad que trabajaron durante ocho días en la construcción de una fosa. En esa oportunidad los dirigentes de Hueinahue expulsaron a la máquina que se encontraba trabajando en los terrenos de su propiedad, constatando, posteriormente, que detrás de estos daños a la propiedad habría estado la empresa Trayenko en complicidad con el organismo estatal.

De acuerdo a González, “el día antes de que echemos la máquina, vino gente de Trayenko que se acercó a hablar con mi madre, Juana Marta Jaramillo donde le dijeron que la máquina estaba siendo pagada por la empresa Trayenko para la realización de los trabajos en el camino”, relató.

El 28 de octubre de 2009, la denuncia provino de la comunidad de Rupumeika, que nuevamente detectaba la presencia ilegal de seis ingenieros de la empresa Trayenko, seis en esta oportunidad, por lo que denunciaron los hechos a los medios de comunicación y a carabineros.

Trayenko Comprando voluntades

Para que el proyecto “Centra Hidroelectrica Maqueo” sea aceptado por parte de las comunidades, la empresa Trayenko ha recurrido diferentes estrategias, en concreto, la formulación de promesas y ofrecimientos, tales como puestos de trabajo, becas de estudio, mejoramientos de camino y servicio eléctrico gratuito en la comunidad de Rupumeika alto.

De este modo, y aprovechando la incapacidad estatal chilena de brindar las condiciones básicas de vida para los habitantes de dichos territorios, la empresa ha conseguido quebrar la voluntad de personas, generando con ello una división al interior de las comunidades; entre “los que apoyan a Trayenko v/s los que defienden su territorio”, señalan miembros de las comunidades que se verán afectadas.

Camilo Jaramillo Panguilef, de Rupumeika, relata como a su llegada la empresa buscó conseguir adhesión y convencer a la gente “la idea de ellos era conversar con la gente para poder pasar por el camino (a Rupumeika Alto), arreglarlo y pasar sus maquinarias para empezar a trabajar en los puntos que tienen marcado en el rio Rupumeika”, aclara.

Jaramillo agrega que “después dijeron que iban a construir una microcentral hidróeléctrica para darle electricidad a la comunidad de Rupumeika Alto. Como yo soy eléctrico me andaban buscando a mí para que les hiciera un estudio, ya que según ellos querían contratar gente de aquí mismo para hacer eso, después pasaron meses y nada; ocurrían puras peleas en nuestra comunidad porque lo que ofrecían eran engaños”.

Ante estos engaños y coerción, la empresa buscó legitimar su proyecto en Rupumeika alto a través Mirta Adams, esposa del director de la escuela rural y figura de respeto en dicha localidad, Según denuncia Jaramillo, Adams poseería un sueldo pagado por Trayenko para convencer a los habitantes de Rupumeika Alto de apoyar el proyecto Maqueo y negociar con la empresa, llegaron prometiendo que iban a hacer mejoramientos de viviendas, instalación de baños y que con el tiempo se iban a hacer más proyectos de parte de la empresa para mejorar la convivencia aquí en la comunidad”, relata

Situación parecida es la que se ha vivido en la comunidad vecina de Rupumeika bajo, Orlando Santibañez, tesorero de la junta de vecinos de Rupumeika bajo; declaró que durante un breve período estuvo vinculado con la empresa a través de conversaciones, pero luego de darse cuenta de la turbiedad con que la multinacional noruega busca captar adhesión para materializar sus intereses, se sumó a la defensa territorial, al igual que la mayoría de la comunidad de Rupumeika”.

“Estuve en reuniones invitado por Trayenko, hace un tiempo atrás me invitaron a una reunión que sostuvimos con la junta de vecinos que se había organizado con la finalidad de sacar proyectos de la municipalidad para mejoramientos de nuestra comunidad. Cuando me dí cuenta de esto ya estaba con el lazo en el cogote, porque ellos empezaron a usar la junta de vecinos con la intención de poder ejecutarse con la empresa Trayenko para obtener respaldo”, describe Santibañez.

Explica que la gente que ha podido recibir beneficios económicos de parte de la empresa ha sido muy poca, existiendo un enorme desconocimiento acerca de los alcances y futuras concecuencias del proyecto. “La gente que está más metida en sus proyectos de apicultura, ni siquiera tiene claro que es lo que piensa la Trayenko; ellos están callados y tranquilos porque les pagan a cuatro personas un sueldo mensual, pero finalmente no saben a donde va remando esto, no saben en que momento esto se puede terminar porque las personas que van a trabajar en los proyectos de la empresa es nadie o muy poca, a la gente le están mostrando una gotita y se están dividiendo por la plata, sin darse cuenta de las concecuencias que vienen a futuro, ellos ven el presente pero no lo que viene mas allá”, sostiene

Santibañez cuenta también que cuando decidió marginarse de las reuniones que mantenía con la empresa Trayenko, la misma firma le ofreció dinero para continuar las conversaciones “cuando yo les dije que no seguía más -hasta aquí, con ustedes no puedo más, me ofrecieron dinero, yo les dije que no porque tenía mi propio trabajo, hace mucho tiempo y que por tanto yo no asistía a ninguna reunión más” y agrega “Si yo hubiese querido agarrar un sueldo hubiese aceptado y no me gustó la manera como ellos querían trabajar; Yo les dije que, con abejas o sin abejas había vivido igual toda mi vida, soy mi propio patrón, hago mi plata y no tenía porque andar detrás de las migajas de otro, gracias a dios no tengo la necesidad; yo no me presto para andar peleando con mi comunidad y prefiero que nos apoyemos mutuamente”, concluye

En ese marco, estas malas prácticas llevadas a cabo por la firma noruega en el territorio, hacen que se divida la comunidad antes de que se ejecute el proyecto “a la gente le están mostrando una gotita y se están dividiendo por la plata, sin darse cuenta de las concecuencias que vienen a futuro, ellos ven el presente pero no lo que viene mas allá” manifiesta Santibañez

Y agrega “Si yo hubiese querido agarrar un sueldo hubiese aceptado y no me gustó la manera como ellos querían trabajar; Yo les dije que, con abejas o sin abejas había vivido igual toda mi vida, soy mi propio patrón, hago mi plata y no tenía porque andar detrás de las migajas de otro, gracias a dios no tengo la necesidad; yo no me presto para andar peleando con mi comunidad y prefiero que nos apoyemos mutuamente” finaliza Orlando Santibañez.

Esta ferrea imposición a la posible instalación de la Central Maqueo en el Lago Maihue, favorecido por una débil protección ambiental vigente en Chile; la ausencia de consulta, como el establece el Convenio 169 de la OIT, y la despreocupación de las autoridades, demuestran que a la empresa no le interesa respetar la vida comunitaria desarrollada desde siempre en el territorio, solo le importa romper los esquemas de las comunidades. En ese contexto se hace necesario una acumulación de fuerzas, organización y luchar por defender los espacios que están viendo amenazados.